** Entrada actualizada en octubre/2016 para compartir el «Aftermovie» oficial.
A la hora de hablar del Santander Music cabe empezar hablando de la organización. Sí, la elección de artistas estuvo genial y sus shows también, pero el Santander Music es mucho más que un festival al uso. En los últimos años se ha asociado ir de festival a tiendas de campaña (aunque cuenta con zona de acampada que, por suerte, no tiene nada que ver con la pésima calidad de otros festivales), malas condiciones, alcohol por todos lados y comida barata. El Santander Music no es tu festival si es lo que estás buscando. El festival se desempeña en una zona ajardinada de la Península de la Magdalena, en un enclave único bordeado por las playas oceánicas de Santander.
Nada más llegar a la zona y oler a mar presientes que te va a gustar lo que está por venir. Una vez dentro tienes la zona de Food Trucks, una zona con mucho encanto donde lllevarte a la boca un buen bocado antes y durante los conciertos a unos precios aceptables. En nuestro caso, cenamos las dos noches (viernes y sábado) allí y quedamos encantados.
Antes de entrar en materia musical, cabe destacar que paralelamente al festival se desarrollaron otras actividades culturales como «ArteSantander» o los conciertos matutinos conocidos como Vermu Sessions desarrollados en las calles de Santander.
En cuanto al festival en cuestión, nosotros no pudimos acudir por problemas de agenda el jueves. Un día que otros amigos nos comentaron estuvo muy muy bien, con grandes actuaciones de Zahara y Second. Desgraciadamente, la inauguración del festival se cubrió con una polémica derivada de la faringitis de Bunbury, que se calló del cartel a muy poco tiempo de que empezase el festival.
Viernes: Belize, Novedades Carminha, León Benavente e Izal.
Belize fueron los encargados de abrir fuego. A pesar de que estuvieron presentes en multitud de festivales contaban con un cierto factor sorpresa por desconocimiento de muchos de los asistentes. Fue un concierto en el que el término más repetido entre los que estábamos allí era «música evocadora», nos pareció un buen espectáculo, quizás se notaba que eran los encargados de encender los amplificadores.
Tras ellos, vinieron Novedades Carminha, un grupo que no nos convenció, de hecho, consideramos que fue lo peor del festival. Un grupo que venía del punk con un viraje hacia al indie-pop facilón. Entre los menos festivaleros encontrábamos caras de «¿pero esto qué es?», aunque para ser sinceros tenían a su grupo de fieles seguidores dándolo todo.
Continuaron la noche León Benevante y estos sí que sí, ¡conciertazo! Les habíamos visto en directo en salas pequeñas, pero nunca en un festival y teníamos las expectativas francamente altas, pero fueron capaz de volatilizarlas con el primer tema. Un directo contundente, preparado, rodado y potente, muy muy potente. Buenas canciones y potencia sería la esencia de un directo de León Benevante y esa sensación que te dejan de ganas de más.
Para terminar la noche y después de un concierto tan potente les tocó batirse el cobre a IZAL, pero estos chicos saben muy bien lo que hacen. Tienen un gran directo, se sienten como pez en el agua en el escenario y por más que les veamos en directo y por más festivales en que están durante el verano nunca decepcionan. Hablar de que tienen un gran directo, de que son muy buenos, de que saben conectar con el público y de que hacen que se te pasa volando resulta redundante…
Sábado: La M.O.D.A., Love of Lesbian, Miami Horror, Fuel Fandango
La M.O.D.A. fueron los primeros de la última noche del festival. No había tenido oportunidad de escucharlos en directo, pero desde que me crucé con un vídeo en el que colaboraban con el gran Quique González eran muchas las ganas que tenía de verlos en directo. Es un grupo que nos gustó mucho, moviéndose entre el pop, el rock y toques de folk hacen que el concierto se te pase volando y se meten al público en el bolsillo a pesar de haber abierto ellos el día de festival.
Love of Lesbian venía a presentar su último álbum «El poeta Halley» y se notó. Se notó demasiado porque no estábamos en una sala sino en un festival y mucha gente pedía repetidamente los grandes temazos de discos anteriores. Fue un concierto con momentos para todo, momentos muy bestias en los que todo el público se venía arriba y en el Mar Cantábrico se escuchaban nuestras gargantas gritando temazos y momentos más calmados. Es un grupo muy rodado que sabe muy bien lo que hace.
Miami Horror era la primera vez que lo veíamos. Y tenían un objetivo claro: hacernos mover el culo. Se sienten cómodos en el pop bailable y de ahí no salen, hacen que el público se divierta, que se mueva, que baile o que salte, pero te despierta a moverte irremediablemente.
Para terminar y despedirnos de Santander Music le tocaba el turno a Fuel Fandango, ofrecieron un concierto bestial que permitió que nos fuésemos de la ciudad al día siguiente con un grandísimo sabor de boca. Consiguen con un concierto eléctrico, potente e intenso llevarse al público a donde ellos quieren llegando a rozar la catarsis. Para mí fue probablemente el mejor concierto del festival.
Tras estos conciertos, al día siguiente preparábamos las maletas con un mensaje común «Volveremos al Santander Music«.